@meduelesoledad
Nunca hay nadie que mitigue
la soledad más sonora,
la soledad compartida
cuando el otro está de sobra.
Nunca hay nadie que balsame
la soledad dolorosa,
la que oprime nuestro espíritu
y lo siembra de discordia.
Nunca hay nadie que atempere
la soledad bochornosa,
la que grita exasperada
contra las paredes sordas.
Nunca hay nadie que consuele
la angustia que me acongoja,
cuando por mucho que digo
mira y mira silenciosa.
Nunca habrá quien reconforte
mi soledad contagiosa,
la de los ojos vacíos,
la de lágrimas que brotan.