Voy a escribir los versos más oscuros
en la hora triste en que me consumo.
¿Por qué no pudo ser? No lo diremos,
a quién le importa cuánto nos queremos.
No tengo la intención de suplicarte,
si no sirvió de nada con amarte.
Las flores que cogí se marchitaron,
los besos que te di ¿dónde quedaron?
Qué importa ya si tú no me recuerdas,
yo apenas de olvidarte tengo fuerzas.
Haré una fiesta de tu despedida,
yo beberé el alcohol y tú mi vida.
Quizá cuando te abracen otros brazos
mi corazón no sienta los balazos.
A lo mejor mañana ya no sufro,
a lo mejor lo encuentro inoportuno:
pudiera ser que entonces no te quiera,
pudiera ser que el sol ya no saliera.
Espero que te trate bien la vida,
adiós, será lo último que escriba.
Hola Guillermo. Este poema me ha hecho pensar en la de recursos que tenemos para salvar situaciones dolorosas y como aprendemos a "pasar página"...menos mal. Desde luego que el desamor debe ser duro.
ResponderEliminarUn saludo y bienvenidos al nuevo curso.
RODY
Muchas gracias. Lo mejor para el nuevo curso!
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