@monótonasoledad5
Un fluorescente intermite
las últimas bocanadas
del muerto que no comprende
que no llegará a mañana.
Las paredes de cristal
reflejan su adiós sin ganas
y yo trato de olvidar
las cosas sin importancia.
Pero el teléfono suena
y el correo me ametralla
sus mensajes escondidos
entre palabras sin alma.
Quiero marcharme de aquí
y miro si aun tengo lágrimas
cuando las cuatro paredes
del despacho se agigantan.
Luego el fluorescente muere
y sus hermanos me exclaman
con la frialdad del cristal
que la vida se me pasa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias