débiles y manipulables;
que tenéis el corazón lleno de miedo y de zozobra
¿queréis curarme?
Pensad bien quién es el verdadero enfermo
porque de ningún modo querría yo cambiar mi odio
por vuestro inútil amor,
para dejar de ser
el majestuoso lobo entre los débiles corderos.
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Muchas gracias