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PARTE DE GUERRA

Tras esta [barricada] encontraréis: los principios que inspiran mis libros; los poemas y cartas del personaje protagonista de la segunda parte de mi novela "La ciudad doliente"; las novedades y noticias de la lucha de mis libros por ser leídos; los planes más secretos sobre mis nuevas obras, sus escenarios, personajes, edificios y acontecimientos; y mi apoyo a personas que hacen cosas buenas, bonitas, originales.

viernes, 21 de marzo de 2014

Cartas desde el encierro



Desnudo y agachado
volaba la cigüeña
las manos muy atadas
detrás de las dos piernas.
Ahí te vas a estar,
chaval, hasta que quieras;
un rato y el dolor
supera  la vergüenza.
Señor ¿por qué me grita
y luego me golpea?
¿No tiene usted familia
ni nadie quien le quiera?
Sus huellas dactilares
me estampan la respuesta,
y un trapo humedecido
impide que se vean.
Los huesos se me salen
los músculos me queman:
no llores, para qué,
si no vas a dar pena.
Confiesa, me repiten,
has sido tú, confiesa.
Un golpe de tambor
impacta en mi cabeza.
No sé lo que me quieren
No sé por qué me pegan.
Lo mismo dicen todos,
ya cantarás cigüeña.
Podría ser su hijo,
¿no tiene usted conciencia?
Un golpe en mis riñones
apenas deja huella.
Las horas me confunden
ya no me quedan fuerzas.
Me duele hasta el aliento
y el ánimo me deja.
He sido yo, señor,
confieso lo que quiera.












2 comentarios:

  1. Hola Guillermo. Estremecedor, creo que hasta me has hecho percibir el dolor, la humillación y el sometimiento...tremendo. Ni sabía, ni imaginaba que existiera un artilugio así y menos esperaba que tuviera un nombre que resulta hasta dulce ( la cigüeña tan vinculada a la infancia)...en fin.
    Un saludo.

    RODY

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    Respuestas
    1. Es más estremecedor pensar que una práctica tan aberrante se ha mantenido viva a lo largo de los siglos en muchos países. Pone los pelos de punta y dice muy poco en favor del ser humano.
      Muchas gracias

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Muchas gracias