La cigüeña fue un instrumento de tortura de la inquisición española que funcionaba como se puede ver en la imagen. La tortura consistía en tener al reo desnudo y en cuclillas en la forzada postura a que obligaba el artilugio durante muchas horas, hasta que los dolores musculares se hacían insoportables. En tiempos más recientes es un método que las policías totalitarias utilizan con frecuencia desde una variante simplificada: se le atan al detenido las manos tras los tobillos consiguiendo forzar la misma postura y provocar los mismos dolores tras horas de inmovilización. Es un castigo que no deja huellas de golpes que delaten el martirio que se le ha infligido al detenido y que consigue doblegar el ánimo más templado cuando es necesario obtener información.
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PARTE DE GUERRA
Tras esta [barricada] encontraréis: los principios que inspiran mis libros; los poemas y cartas del personaje protagonista de la segunda parte de mi novela "La ciudad doliente"; las novedades y noticias de la lucha de mis libros por ser leídos; los planes más secretos sobre mis nuevas obras, sus escenarios, personajes, edificios y acontecimientos; y mi apoyo a personas que hacen cosas buenas, bonitas, originales.
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