el viento que arreciaba
se vuelve brisa,
la horrible tempestad
se debilita,
la noche destemplada
se torna tibia.
Cuando ella mira
mi corazón enfermo
se electrifica,
la vida antes tranquila
se me complica,
el alma condenada
me resucita.
Cuando ella mira
mis ojos saben bien
qué significa,
mi boca dice luego
lo que la excita,
mis manos desembarcan
sobre sus prisas
y el tiempo se detiene
hasta que gima.