Cartas desde la barricada

¿Qué duró nuestro amor?

Apenas un suspiro.

Una milmillonésima

parte del infinito.

Un abrir y cerrar

de tus ojos bonitos.

La ráfaga fugaz

de un te quiero no dicho.

Duró lo necesario

para dejarme frío.

Duró lo imprescindible

para acabar conmigo.

¿Qué duró nuestro amor?

Un para siempre efímero.

La mitad que un regaliz

rojo en manos de un niño.

Apenas un instante

por ceros dividido.

Duró todos los besos

que tampoco nos dimos.

Duró, ay, lo contrario

que tardará tu olvido.

Cartas desde la barricada

¿Por qué lates corazón solitario?

Si tu ardor ya no enciende su fuego;

ni tu ímpetu consigue

traspasar la frontera de su pecho.

No hables corazón.

Mejor será el silencio

que aparte la alegría y la tristeza

callando a un mismo tiempo.

Descansa corazón

olvida ese dolor de tan adentro.

Consígueme el reposo

que finja que estoy vivo pero muerto.

Hiberna corazón.

Procúrame el sosiego

que explique que la olvido,

que esconda que la quiero.

Cartas desde la barricada

Amor incontestable,

profundo, permanente.

Amor definitivo,

abrasador, latente.

Amor contradictorio

acalorado, incipiente.

Amor desesperado,

ciego, inconsecuente.

Amor esperanzado

ingenuo, silente.

Amor apasionante

contrito, rebelde.

Amor que será tuyo

hoy, mañana y siempre.

Antirrealismo poético 26

Cuando todo esté perdido piensa

que ya no tienes nada que perder.

Cartas desde la barricada

Voy a olvidarte en este instante

aunque me cueste toda la vida.

Voy a dejar de pensar en ti

porque tu olvido no me olvida.

Voy a borrar todos tus recuerdos,

uno a uno haré una película.

Voy a quitarme de tu perfume

aunque me arranque la piel a tiras.

Voy a desterrar esos lugares

en donde ya nunca serás mía.

Voy a dejar de llorarte ya

aunque esta pena no se me quita.

Cartas desde la barricada

Si la vierais un instante

como solo yo la veo

dejaríais de decir

palabras en el momento

porque solo con suspiros

se puede alcanzar su cielo.

Si sintierais un instante

como solo yo la siento

seguiríais en la noche

sus precisos movimientos,

callados como los pájaros

como la luna en silencio.

Si la amarais un instante

como solo yo la quiero

dejaríais de comer

de beber y de moveros

esperando que sus labios

devuelvan por fin un beso.

Sonetos de la libertad

El humo de los botes nos cegaba,

entre los proyectiles que nos tira

la poli antidisturbios: corre, mira;

que te rodean, alguien me gritaba.

La vara de una porra traqueteaba

barrotes de metal con mucha ira,

la gente que se asusta y que se gira

anticipando lo que se aguardaba.

¿Adónde vais? Nos dijo de repente,

con voz segura y llena de verdad

¿Por quién daréis conmigo un paso al frente?

¿Por quién estáis aquí, por quién? Pensad.

Después se oyó el estruendo de la gente:

Hoy lucharemos por la libertad.

Cartas desde la barricada

Volaron los vencejos

la luz se puso pálida,

la luna se vistió

su máscara de plata.

Perfecta era la noche

con una brisa cálida,

nerviosos e indiscretos

los astros nos miraban.

Tus ojos desprendían

la joven abundancia

de la felicidad

ingenua y delicada.

Mis labios prometieron

amarte hasta un mañana

eterno para siempre

efímero hasta el alba.

Miraste el cielo oscuro

e hiciste en mí una sábana,

de tu infinito tacto:

-La aurora con sus lágrimas

traerá otro nuevo día

-dijiste sin palabras.

La luna se calló,

y nadie dijo nada.

Cartas desde la barricada

Ella me mira hermosa

como la noche.

Sobre su cielo negro

siete colores

de estrellas que se abren

igual que flores.

La tenue luz refleja

las emociones

en sus labios profundos

como los cofres.

Ella respira hermosa

como la noche,

despacio, sin apenas

preocupaciones.

Intensa, llena de

premoniciones.

El suave son evoca

las vibraciones

de un corazón cercano,

casi rumores.

Sonetos de la libertad

Exhala como un aire de amargura,

y el mar de su penosa marejada

inunda cada hueco de la nada

dejando arrinconada la cordura.

Percibo lo asfixiante, la locura;

el tiempo silencioso que degrada

la mente, de repente malpensada,

herida de esperanza, ya sin cura.

Tendremos que poner nuevo cimiento

dejar atrás palabras malsonantes

buscar nuestro futuro y el momento

que todos esperamos cuanto antes.

Después redactaremos con cemento

palabras que serán emocionantes.

Parte de guerra: publicar un libro

He leído un montón de páginas sobre este tema, y cualquiera de ella os dará la clave sobre el asunto: publicar es un calvario. Las editoriales ignoran a los escritores noveles, los agentes literarios se aprovechan de los nuevos escritores, la auto-publicación casi nunca funciona y, en fin, no parece haber una salida limpia en el proceloso mundo editorial, salvo para unos pocos privilegiados que han dado con la tecla de lo que a la gran mayoría le gusta leer.

Sea cual fuere la fórmula que escojáis para vuestra aventura en el mundo de la publicación, nada será fácil. Es cierto que AMAZON nos ha dado nuevas herramientas, pero también es cierto que sin publicidad, vender libros es muy complicado y que, hoy por hoy, sigue siendo necesario una buena distribución de libros en papel para hacerse notar. Las pequeñas editoriales tampoco solucionan nada, porque apenas arriesgan con sus escritores, ni siquiera cuando los resultados son prometedores.

Si hicierais caso a la lógica, tiraríais la toalla; a poco que os lo pensarais dos veces seguro que lo abandonabais todo pero... No, la realidad del escritor es bien distinta. Un solo libro vuestro que alguien lea, compensará todo el sufrimiento que conlleva la publicación. Un solo lector y todo habrá merecido la pena. Cualquier otro enfoque está equivocado. Publicad de la manera que consideréis -yo recomiendo AMAZON y en otro post contaré por qué- pero no importa la manera ni el medio. Lo importante es escribir y dar a conocer lo que se ha escrito y que esto sea una constante, una necesidad. Os aseguro que cuando comprobéis que alguien, un solo lector, ha leído vuestro libro,  la satisfacción será plena. En última instancia uno escribe para otro, para un solo "otro", y eso se completa tanto con un lector como con un millón. Vale que con un millón las cosas nos irán mejor, pero ningún escritor de verdad escribirá por eso. No hay nada que satisfaga tanto como la creación, dejemos a un lado todo lo demás, en la medida de lo posible. Un pobre novelista, soldado retirado y lisiado, escribió en una dedicatoria a su mecenas, poco antes de morir, que estaba enfermo y "muy sin dineros". El parco reconocimiento económico de su obra, gracias a Dios, no le disuadió nunca de escribir y hoy todos  podemos leer El Quijote.

Antirrealismo poético 25

Te dejo que bebas de mi agua
hoy -dijo el opresor.

Puedes beber del agua de todos, 

siempre y cuando me pagues una tasa por ello
cada vez -dijo el político.

Bebe el agua de mi mano
solamente
-dijo la amante.

Bebe el agua del río
si tienes sed, 
porque no será nunca
tuyo ni mío
-dijo el poeta.

Tengo sed
-dijo el hombre libre y bebió.

Cartas desde la barricada

Ahora que llega la hora

tengo dudas, siento miedo.

El corazón se derrumba

con tanto presentimiento.

¿Dónde quedaron los días

en que el futuro era cierto?

¿Dónde fue la primavera

que ha dado paso a este invierno?

Sé que tengo que luchar,

ya no queda más remedio

para dar fin a esta noche

perpetua como un mal sueño:

solo espero que algún día

vuelva a sentirme despierto.

Cartas desde la barricada

Ayer te fuiste

yo sé que para siempre:

no lo dijiste

pero es que no hizo falta.

Tus ojos tristes

hablaron ya por ti,

como en un cine

de aquellos sin color

donde se dice

lo malo sin decir

porque se escribe

después sobre un cartel:

¿por qué te fuiste?.

Sonetos de la libertad

Cuando se acaba el aire que respiras,

cuando el espacio angosto te constriñe,

cuando la mala conciencia te riñe,

cuando no ves la luz por más que miras.

Cuando de tus problemas te retiras,

cuando un lazo en el cuello se te ciñe,

cuando cualquier mirada se te tiñe

de una derrota y la toalla tiras.

Entonces gritarás que ya no quieres

seguir viviendo un día sin verdad.

Entonces clamarás por lo que eres,

gritando por las calles: despertad.

Entonces sentirás como que mueres

si pasa un día más sin libertad.

Cartas desde la barricada

Ayer te cogí la mano,

tus dedos se entrelazaron

con los míos.

Muy en silencio anduvimos

sin dirección, largo rato,

sin camino.

Al llegar a ningún sitio

detuvimos nuestros pasos

al unísono.

Nos miramos con sigilo

y tus ojos se cerraron

sin motivo.

Luego tan solo esperamos

y tus labios se enlazaron

con los míos.

Alto secreto

Como una verdadera catedral de la industria, se erigió a principios del siglo XX la fábrica de cerveza "El Águila". Esta típica construcción de ladrillo con inspiración mudéjar fue muy común en la arquitectura industrial, civil y religiosa de la época y ha dejado numerosos testigos en la ciudad de Madrid, que no siempre es amable con ellos. Esta fábrica, hoy reconvertida en biblioteca y archivo, servirá de escenario para algunos de los sucesos que transcurren en la segunda parte de La ciudad doliente. Encontraréis esta fábrica catedralicia en la calle General Lacy, en el distrito de Arganzuela, el más prolijo en la materia del ladrillo neomudéjar.

Fábrica de Cerveza El Águila

Cartas desde la barricada

Hoy te he visto paseando

por la plaza;

movías el pelo, mientras

conversabas.

De repente y a lo lejos

tu mirada,

se encontró con mi mirar.

Ruborizada,

apartaste tus dos ojos

de mi alma.

Yo proseguí con lo mío,

como si nada,

haciendo ver que tu adiós

no me importaba.

De repente y a lo lejos,

ya de espaldas,

me volviste sonriente

una mirada,

que en el centro de mi amor

hizo su diana.

Yo no sé de dónde vienes,

cómo te llamas;

si has sentido lo que yo

cuando mirabas.

Yo no sé si eras verdad

o te soñaba,

si volverás algún día

a nuestra plaza.

Yo no sé si desde entonces

también me amas.

Sonetos de la libertad

A cada instante y en cada momento;

ayer, hoy y seguro que mañana.

Los siete días de cada semana,

de nuestro calendario el cien por ciento.

Cuando esté triste y cuando esté contento,

con todo el corazón y aun con desgana,

cuando toda esperanza sea vana,

cuando de cansado falte el aliento.

Así de pertinaz será la lucha,

así de agotador será el combate.

Bien sé que la exigencia será mucha.

Y cuando ya parezca que se abate

por fin nuestro enemigo, amigo, escucha:

cuidad la libertad, no os la arrebate.

Antirrealismo poético 23

No es la cadena en tus brazos,

no es el grillete en tus pies.

No son barrotes, ni celdas,

¿cómo decirte qué es?

Es el impuesto constante,

es la justicia al revés.

Son las leyes coercitivas

que te cambian cada vez.

Es la corrupción grosera,

es también la que no ves.

Es la casta de políticos

repartiéndose el pastel.

Es sabernos desiguales

cuando te aplican su ley.

Es ser vasallos y siervos

de quien dicen nuestro rey.

Es tener al gran hermano

vigilando tu quehacer.

Es saber que eres ganado:

¡identifíquese! ¿Por qué?

Ahora piensa si eres libre

y me lo cuentas después.

Antirrealismo político 22

Las cosas no te pueden cambiar

pero tú puedes cambiar las cosas.

Cartas desde la barricada

Amor mío, hoy te escribo esta carta

a sabiendas de que será la última.

Te he querido como solo se quiere

en la vida a una mujer, solo a una.

Tu perfume claro me reconforta

en este instante previo a la lucha,

poco importa ya lo que nos dijimos

cuando el mar del amor hizo su espuma.

Ahora solo recuerdo tu sonrisa,

aquel botón abierto de tu blusa.

Tus dedos acariciando mi cara,

mis manos buscando la excusa

para rozar tu piel siempre suave.

Nuestras miradas, desde lejos, juntas.

Amor mío, hoy te escribo esta carta

porque me siento solo y tengo dudas:

por los difíciles días que se vienen

que no sé si sabré estar a la altura.

Solo me reconforta tu perfume

claro: me embriaga para que no huya.

También sé que cuando el miedo aparezca

se me vendrá después la imagen tuya:

tus dedos acariciando mi cara

aquel botón abierto de tu blusa.

Adiós, amor mío,  ya me reclaman,

se hará de noche y no saldrá la luna.

Mi libertad estuvo en tus caricias:

te mando todo mi amor por vez última.

Antirrealismo poético 21

Te dejo que bebas de mi agua
hoy
-dijo el opresor.

Bebe del agua del río
siempre que quieras
-dijo el poeta.

Sonetos de la libertad

Como cuando respiras muy profundo,

igual que cuando bebes agua fría,

como cuando amanece un nuevo día,

igual que si detuvieras el mundo.

Como cuando das un sí rotundo,

igual que el despertar de quien dormía,

como cuando el oprimido porfía,

igual que un campo de trigo fecundo.

Suave como la seda más suave,

sentido como el beso más sentido,

verdad como un amigo de verdad.

Bálsamo para que el dolor se acabe,

una esperanza para el afligido:

así deberá ser la libertad.

Antirrealismo poético 20

Dices que huyo:
Mis besos te dirán que soy tuyo.

Antirrealismo poético 19

Dices que miento:
Mis besos te dirán lo que siento.

Antirrealismo poético 18

Dices que callo:
Mis besos te dirán lo que callo.

Parte de guerra: 1.000 visitas

En la barricada estamos emocionados: ya hemos superado las MIL vivitas. El ritmo es de cien diarias: increíble. Los visitantes más numerosos son los españoles, estadounidenses y alemanes, así que gracias, thank you y danke. Ya os hemos enviado varios libros de agradecimiento a los que nos habéis mandado vuestro mensaje de apoyo, pero todavía nos quedan algunos ejemplares de Los lunares de doña Mariquita: no tardéis. Ahora, lanzados a por las cien mil visitas.

Sonetos de la libertad

Morir sin libertad, vivir con miedo,

jamás será la opción del que es valiente.

Callarse a tiempo, no mirar de frente;

decir no va conmigo, yo no puedo.

Huir del señalado con el dedo;

pensar que eso son cosas de la gente.

Tener otros asuntos de repente;

hablar entrecortado, triste y quedo.

Después en el remanso de tu casa

dirás que tienes otras prioridades,

luchar contra el poder siempre fracasa.

Después frente al espejo las verdades

saldrán por fin: la vida se te pasa,

no habrá segundas oportunidades.

Antirrealismo poético 17

Recuérdame,

cuando yo te haya olvidado

y mi corazón maltrecho

esté sano.

Recuérdame

porque mi olvido fue en vano.

Antirrealismo poético 16

Solo dos palabras para decir

que te quiero,

como quiere la sal del mar tu piel

en febrero;

como aguarda la hierba tu reposo

sobre el suelo;

como escoge la brisa tus suspiros

en el viento;

como envidia el firmamento tus ojos

en el cielo;

como busca el cachorro las caricias

de tus dedos;

como prometen descansar tus labios

en mis besos.

Tan solo fueron dos palabras pero

se extendieron.

Antirrealismo poético 15

Recuérdame,

cuando ya no me recuerdes

y los labios de un extraño

te besen.

Recuérdame,

porque tu olvido me duele.

Antirrealismo poético 14

Voy a escribir los versos más oscuros

en la hora triste en que me consumo.

¿Por qué no pudo ser? No lo diremos,

a quién le importa cuánto nos queremos.

No tengo la intención de suplicarte,

si no sirvió de nada con amarte.

Las flores que cogí se marchitaron,

los besos que te di ¿dónde quedaron?

Qué importa ya si tú no me recuerdas,

yo apenas de olvidarte tengo fuerzas.

Haré una fiesta de tu despedida,

yo beberé el alcohol y tú mi vida.

Quizá cuando te abracen otros brazos

mi corazón no sienta los balazos.

A lo mejor mañana ya no sufro,

a lo mejor lo encuentro inoportuno:

pudiera ser que entonces no te quiera,

pudiera ser que el sol ya no saliera.

Espero que te trate bien la vida,

adiós, será lo último que escriba.

Antirrealismo poético 13

Te doy un beso en la frente

para decirnos adiós.

Que nuestro amor no fue eterno

lo sabemos tú y yo.

No fueron muchos los días

en que nos dijeron dos,

no fueron muchas mañanas

ni las noches muchas, no.

¿Pero es que acaso lo efímero

causará menos dolor?

¿Pero es que en la despedida

cuenta el tiempo que pasó?

Ya sé, ya sé que fue un sueño;

yo tu iluso soñador.

Tercetos desencadenados

Llegó el momento de los que combaten,

la hora de los hombres enfadados,

no hay sitio para los que se debaten

en la duda. Los muchos indignados

hoy daremos sin miedo un paso al frente.

¿Por qué luchar? Decís desconcertados:

para derrotar a quien nos miente,

para reclamar nuestra libertad,

para que vuelva el poder a la gente,

para que prospere la verdad.

Y aunque nuestras fuerzas estén mermadas

otros muchos nos apoyan, confiad.

Si las personas somos doblegadas

al menos quedará la dignidad.

Amigos míos, ¡a las barricadas!

Antirrealismo poético 12

Recuérdame,

cuando pases ya con prisas

por lugares donde antes

fuiste mía.

Recuérdame

porque tu olvido me asfixia.

Alto secreto

He querido escoger un poema para presentar mi próxima publicación, Zampuzado en un banasto. No ha sido difícil, porque aunque todos son mis hijos, los más feos y los más guapos, el poema que he escogido habla de amor, del amor verdadero, y eso siempre me conmueve. Yo creo que en la vida todos tenemos una persona a la que amamos así, sin límite. Seguro que cuando leáis el poema pensáis en esa persona. Yo siempre lo hago.

@poemadeamor
Quiero escribirte un poema 
de amor sincero y sentido, 
desprovisto de aspavientos 
desprovisto de adjetivos. 
Quiero decir que te quiero 
sin recurrir a vacíos 
ardides adolescentes
más que de amor, de amoríos. 
Quiero escribir un poema 
para decirte, amor mío,
lo cercana que te siento 
cuando tu voz me da alivio. 
Quiero decir que en la noche, 
te busco y te necesito 
cuando el mal sueño me invade 
cuando me invade el delirio. 
Quiero contarte, mi vida,
a veces con que sigilo 
miro tu vientre futuro
y adivino en ti a mi hijo. 
Quiero expresar sin razones 
lo que comprende el sentido: 
que si tú sufres yo sufro 
que si tú ríes yo río. 
Quiero decirte sin más
lo que casi nunca digo:
que te quiero, que te quiero, 
que lo sincero es sencillo. 

Antirrealismo poético 11

Recuérdame,

cuando pases por la tumba

de nuestro amor condenado

por tus dudas.

Recuérdame,

porque tu olvido me abruma.

Tercetos desencadenados

Será la libertad de quien la pida
a gritos cada vez que la maltraten
los jueces de justicia pervertida.

Antirrealismo poético 10

Recuérdame,

cuando pases ya de largo

por los sitios que anduvimos

de la mano.

Recuérdame

porque tu olvido es amargo.

Tercetos desencadenados

Será la libertad de quien la quiera
ganar a cada instante de su vida:
un solo paso atrás y harás que muera.

Antirrealismo poético 9

Libertad, divino tesoro:

ya te vas para no volver.

Cada vez que no lucho lloro

porque no te sé defender.

Tercetos desencadenados

Te preguntas abatido: si la gloria
es esquiva ¿por qué luchar siquiera?
Lejano, de repente, de la euforia.

Tercetos desencadenados

Atacarán las más terribles fieras
y no será segura la victoria,
más bien será la cárcel o que mueras.

Antirrealismo poético 8

El juez es con la justicia

lo que la soga con el reo:

su ejecutor.

Alto secreto

Dentro de muy poco, desde la barricada editaremos la colección de poemas "Zampuzado en un Banasto", que incluirá como novedad el  "Romancero de la soledad.com". Estamos inmersos en la burocracia de su publicación y en la confección de la portada, pero en breve todo estará dispuesto. El título de la obra es un homenaje a Quevedo y a su famoso poema "Zampuzado en un banasto, me tiene su majestad..." En el lenguaje de las germanías, que tan magistralmente utilizaba don Francisco, aquello significaba que le tenían metido en la cárcel, enchironado. En la obra, el título hace referencia a la mezcolanza de poemas que contiene, como atrapados sin orden dentro de un mismo cesto. Antes de su publicación definitiva os mostraremos la portada. Luego, una vez esté disponible en AMAZON para su descarga digital, avisaremos de la promoción en Kindle Direct Publishing para que todos los visitantes de la barricada os lo podáis descargar gratuitamente. Seguimos luchando.

Tercetos desencadenados

Nos aguardan la más aguda espina,
sangre, sudor y lágrimas certeras:
la injusticia se nos hará vecina.

Tercetos desencadenados

Esperan, por seguro, tiempos turbios,
de lucha desigual y clandestina
por calles, barriadas y suburbios.

Antirrealismo poético 7

¿Qué es violencia? Dices mientras golpeas

Con tu porra en mi vaquero azul

¡Qué es violencia! ¿Y tú me lo preguntas?

Violencia eres tú.

Tercetos desencadenados

¿Temblarás hoy junto a mí, camarada
cuando aparezcan los antidisturbios?
¿Lucharás junto a mí en la barricada?

Tercetos desencadenados

Se acabó el tiempo para el que se esconde,
es el momento de la barricada
y del valor que su cimiento ahonde.

Manifiesto de mi antirrealismo

¡Arriesguemos! No escribamos siempre el mismo libro. No repliquemos nuestra obra desde la seguridad de lo conocido. Que digan: te equivocaste otra vez; mejor que: hiciste lo mismo, otra vez. Solo desde lo desconocido fluirá el espíritu, solo desde el riesgo superaremos la materia. El esfuerzo será ímprobo y el resultado incierto, pero solo así nos distinguiremos de nuestros adversarios: probemos, imaginemos, inventemos.

Antirrealismo poético 6

Sonríes

y a veces

un ángel

pareces.

Antirrealismo poético 5

Bomboncito

si me miras

me derrito.

Tercetos desencadenados

Basta ya de lamentarse hasta cuándo
basta ya de preguntarnos el dónde:
cuándo es ya y el dónde está esperando.

Tercetos desencadenados

¿Compañeros, oiremos la corneta
desesperada al frente convocando
u otra vez simularemos retreta?

Alto secreto

Actualmente me encuentro inmerso en la redacción de la segunda parte de La ciudad doliente. No será hasta la tercera entrega, donde aparecerá un personaje fundamental para la obra y absolutamente "romántico". Él es el autor de la corriente callejera "antirrealismo poético", y será quien plasme los poemas que van apareciendo en la barricada, por los muros de un convulso Madrid. Es también el autor de los tercetos desencadenados con los que tratará de insuflar su espíritu revolucionario a sus compañeros de lucha. De mientras, su amor imposible por una mujer, impregnará muchos de sus poemas. Como proclama de su antirrealismo, todos sus poemas comenzarán con la primera palabra tachada, signo de su lucha contra la realidad. Símbolo de la barricada.

Tercetos desencadenados

Te pregunto si beberás del vino
sobre una mesa con sillas repleta
que te ilumine el incierto camino.

Parte de guerra: así celebraremos los 50 días

Desde la barricada queremos celebrar nuestra pequeña victoria en AMAZON. 50 días entre los 100 más vendidos son muchos días y merecen una buena celebración. Por eso, los siguientes 10 mensajes de apoyo que recibamos a través del formulario de contacto, se llevarán de premio un ejemplar de Los lunares de doña Mariquita.

55 días en el top 100

La ciudad doliente

de Guillermo García-Mauriño

5.0 de un máximo de 5 estrellas   (8)

Versión Kindle

EUR 3,09

Tercetos desencadenados

Te pregunto qué será de tu vida,
juventud sin bandera ni destino
de esperanza en el mañana perdida.